Son muchos los niños que quieren cambiar las gafas de ver por unas lentes de contacto. Sobre todo cuando se acercan a la adolescencia. Es muy común que las gafas lleguen a causar inseguridades en esas edades y se produzca un rechazo a usarlas. En otras ocasiones, empezar a utilizar lentes de contacto es solo una cuestión de preferencias o de comodidad.
Cuando se toma la decisión de comenzar a utilizar lentillas hay cosas que se deben tener en cuenta para seguir protegiendo la salud visual de tus hijos:
Acudir al especialista
Si nuestro hijo o hija va a comenzar a utilizar lentillas, el primer paso es acudir al especialista para que nos asesore y de a nuestro hijo unas pautas a seguir para hacer un buen uso de ellas.
Cada niño tiene un nivel de madurez distinto.
Cada niño tiene un nivel de madurez distinto. Valorar el de nuestros hijos es fundamental, porque usar lentillas requiere que la persona sea responsable y constante.
La responsabilidad
Debemos analizar cómo de responsable es nuestro hijo y si es cuidadoso; o si requiere que le recuerdes todo el tiempo sus tareas en el día a día. Las lentillas son delicadas y deben ser cuidadas día a día.
Que conozca los cuidados que requieren las lentes de contacto
Debe ser consciente de los hábitos de higiene que tiene que respetar si va a utilizarlas. Cada vez que vaya a colocarse o quitarse las lentes, debe tener las manos completamente limpias y secas. Cuando no se estén usando, se deben dejar protegidas en su caja y utilizar solo materiales adecuados para su cuidado.
Hacer un buen uso de ellas
Las lentes de contacto suponen un avance en muchos sentidos, como en la comodidad. Pero es imprescindible que nuestros hijos sean conscientes de que existen normas que tienen que respetar. Por ejemplo, no deben quedarse dormidos con ellas puestas porque puede producirles molestias y daños en los ojos; hacer un uso inadecuado de ellas puede provocar también sequedad ocular.